Wednesday May 22 2019
Monica Aristizabal | |

Aunque nunca lo hubieras imaginado, la inteligencia artificial es inteligencia humana pero sin errores; somos nosotros mismos quienes indirectamente por medio de nuestros gustos, intereses, interactividad constante, conseguimos disfrutar cada vez mas de las experiencias on-line con cualquier institución, almacén, empresa, marca, comunidad, satisfaciendo mejor nuestras necesidades. 

Diariamente vemos la aplicación de inteligencia artificial en las redes sociales cuando al subir una foto a Facebook identifica automáticamente quien de nuestros amigos está presente en la fotografía, o cuando queremos ver una película en Netflix y el servicio nos muestra la probabilidad de que la película nos guste, o los recomendados por spotify, o los spam que llegan a nuestro correo electrónico. 

Estos usos de la inteligencia artificial ya son parte de nuestro día a día y ni siquiera ya nos detenemos a pensar en ello. Son tan naturales para nosotros que pasan desapercibidos. Sin embargo hay otros usos que no son tan comunes y todavía nos causan asombro al escuchar lo que se puede lograr con el uso de esta tecnología.

Definimos entonces a la inteligencia artificial como al  proceso mediante el cual una maquina aprende igual que aprendemos los humanos, pero siempre iniciando desde la experiencia, desde las cosas que buscamos en el ciberespacio, partiendo también de las formas de comunicarnos por medio de las redes sociales y diferentes portales, teniendo en cuenta incluso errores en la experiencia en el momento de generar búsquedas tanto de personas y contenidos, como de objetos.

Más allá de la construcción de algoritmos automáticos, la inteligencia artificial es una forma de analizar y tomar decisiones en el día a día, decisiones que responden a nuestra identidad, a nuestros intereses sociales, culturales, económicos y políticos, decisiones que nos configuran como seres sociales, consumidores y productores de información, contenidos, marcas y objetos.

En este sentido la inteligencia artificial es un proceso de optimización. Lo que trata de hacer, es conseguir que los procesos  de búsquedas y de satisfacción de nuestras necesidades sean lo más óptimos posibles.

Lo que intenta es que a partir de un objetivo se pueda optimizar los recursos disponibles para conseguir el mejor resultado; y este resultado tiene que ver con que todos nosotros siempre vivamos la mejor experiencia en el ciberespacio cuando generemos búsquedas, o cuando queremos satisfacer nuestras necesidades de una u otra forma.

Otros casos de uso interesantes son: 

1. Procesamiento del lenguaje natural: El procesamiento de lenguaje natural (PLN) es una rama de la IA que comprende la interacción entre las computadoras y las personas, tanto en el lenguaje hablado como el escrito; determina la intención de las personas y ofrece una respuesta adecuada e inmediata.

2. Incorporación en las aplicaciones empresariales: Por ejemplo, las áreas de marketing la utilizan para impulsar productos o servicios relacionados con el comportamiento de los clientes. También en ventas, la IA alienta a los consumidores a conocer nuevos productos y a generar recomendaciones con base a las preferencias. Recursos Humanos ahora se beneficia con esta tecnología pues revela en muy poco tiempo quiénes son los mejores candidatos para una vacante.

3. Las consultas se hacen de manera óptima, ágil y eficiente, incluso en tiempo real para mejorar la experiencia de navegación. 

4. Gobernabilidad de las historias clínicas, siendo tú y tu médico, los únicos que tendrán acceso a ella.

5. Violar los derechos de autor, será casi que imposible: Este tipo de IA será muy usado en los colegios y universidades para detectar que los trabajos, escritos, ensayos y “papers” de investigación no sean copia de otros autores.

¿Cómo ves reflejada la inteligencia artificial en tus actividades diarias? 


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